"Nutrición Consciente: Un Camino Compartido" 

En mi descubrimiento de la vida misma, en ver que quiero hacer con ella y cómo ejercer mi profesión, me surgió la idea de crear talleres. Ya que siento que no me apasiona el simple hecho de atender a un paciente con la metodología tradicional o convencional.

En los mismos podían asistir personas de todas las edades, conectarse de forma virtual a un horario pactado, de cualquier parte del mundo, preferentemente de habla hispana, entre 6 u 8 personas por grupo.



Que incluyen el taller:

  • Encuentros grupales de dos horas cada 15 días,mediante Google Meet, durante 3 meses.

  • Experiencia de transformación alimentaria gradual y adaptada a las necesidades.

  • Acompañamiento diario y contención durante todo el proceso.

  • Herramientas prácticas para organizar la alimentación y la cocina.

  • Ejercicios de autoconocimiento y gestión emocional.

El rol del profesional en nutrición no debería ser simplemente el de quien más sabe, sino el de integrarse activamente con la comunidad.


Hoy la información nutricional es abundante; lo que falta es aplicarla de manera práctica y diseñar planes de acción concretos basados en ese conocimiento.


La propuesta es construir juntos planes alimentarios, compartir recursos y desarrollar una guía alimentaria de forma cooperativa.


En resumen….

Generar comunidad, aprendizaje colaborativo y soluciones prácticas en torno a la alimentación saludable. Nada mantiene la motivación mejor que pertenecer a un grupo, transforman una misión personal en una misión compartida.

Alinear la necesidad de llevar la teoría a la práctica, algo que muchas personas encuentran difícil en un mundo lleno de información, pero con poca guía personalizada.



Puntos fuertes:

Enfoque colaborativo:El aprendizaje en grupo fomenta la conexión y el apoyo mutuo, algo que puede motiva a los participantes a aplicar lo aprendido.

Soluciones prácticas: Al trabajar sobre problemas reales de los participantes, el taller tiene un enfoque personalizado, lo que aumenta su relevancia.

Periodicidad adecuada: Reunirse cada 15 días da tiempo para aplicar lo aprendido y reflexionar, sin ser demasiado espaciado.

Adaptabilidad: La idea de que la profesional en nutrición es alguien que acompaña e integra, es una forma auténtica y accesible de conectarse con los asistentes.



Además:

Incluye dinámicas interactivas: Herramientas como ejercicios prácticos, visualizaciones (mapas de comidas, listas de compras, etc.) o simulaciones para ayudar a interpretar la información.


Recursos digitales:Materiales complementarios, como PDFs, videos breves o recetas, para que los asistentes puedan profundizar en casa. Grupo en WhatsApp para mantener la comunicación entre encuentros.


Gamificación:Actividades como retos semanales ("Prueba una receta nueva con un ingrediente saludable"), que promuevan la práctica y fomenten la participación activa.



Convertir un taller de alimentación en un espacio de apoyo mutuo, lejos del modelo tradicional de educación vertical.

La combinación de solución práctica, empatía y personalización.

Resolver dudas reales.

Construir hábitos sostenibles a través de la acción conjunta.















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